La primavera madrileña recibió un adelanto del festival gastronómico más esperado de Navarra: las Fiestas de la Verdura de Tudela. En el elegante Hotel Santo Mauro, tuve la oportunidad de sumergirme en un viaje sensorial protagonizado por las joyas vegetales de la Ribera Navarra, que este año celebran su XXXI edición del 28 de marzo al 13 de abril.
El evento, organizado por el Ayuntamiento de Tudela y La Orden del Volatín, con el apoyo de Reyno Gourmet, contó con la presencia de Alejandro Toquero, alcalde de Tudela, y otros representantes clave de esta tradicional celebración.
Desde el primer momento, la experiencia fue un homenaje a la tierra y al trabajo de agricultores y productores que, con dedicación, han convertido a Navarra en un referente gastronómico.
La comida de presentación nos ofreció un menú exclusivo elaborado por los restaurantes Bar La Catedral, Restaurante Topero y Restaurante Pichorradicas-Casa Aitor, donde cada plato resaltó la esencia de las verduras en su máximo esplendor:
- Cogollos de Tudela a la plancha con ajetes tiernos y crujientes de panceta ibérica – una explosión de texturas que exaltó la frescura del producto.
- Cebollas guisadas al chardonnay y parmesano, un plato que equilibraba dulzura y profundidad de sabor.
- Espárrago de Navarra a la carbonara, una versión creativa y delicada del clásico italiano.
- Borraja salteada con langostinos, crema de marisco y vieiras, un maridaje perfecto entre mar y huerta.
- Alcachofa de Tudela con bacalao y pil-pil de los dos, que combinaba tradición y sofisticación.
- Guisante lágrima con jugo de ibérico y panceta, un plato lleno de matices.
- Para cerrar con un broche de oro, un coulant de calabaza con helado de queso Idiazabal, y unos sorprendentes canutillos rellenos de crema inglesa de espárragos de Navarra.
Cada pase estuvo maridado con vinos D.O. Navarra, seleccionados para resaltar las características de cada bocado.
Las Fiestas de la Verdura de Tudela no solo son una exaltación del producto local, sino un reflejo de la identidad cultural de Navarra. Ser parte de esta presentación en Madrid, me permitió conocer de cerca el trabajo que hay detrás de estos ingredientes excepcionales, y la pasión con la que se celebra su temporada.
Sin duda, esta cita gastronómica es una parada obligatoria para los amantes de la cocina auténtica, donde la tradición y la innovación se encuentran en cada plato. La cuenta regresiva para Tudela ya ha comenzado, y tras esta experiencia, las ganas de vivir la fiesta en su máximo esplendor son más grandes que nunca. ¡Nos vemos pronto, Tudela!
